27 noviembre 2009

La Gula

Creo que bajo este "pecado" nadie quiere ser identificado ya que se relaciona erróneamente solo con la glotonería, aunque si nos llaman golosos no nos sentimos tan ofendidos como si nos dijeran avaros o envidiosos. Pero la gula se refiere a exceso de comida sino a cualquier exceso, incluyendo el de bebidas (alcohólicas y no alcohólicas), comida, tabaco, drogas, consumidores compulsivos, lujos y placer.

La gula es más que saciar el apetito o la necesidad, es llegar a los excesos. Viene después de satisfacer una necesidad biológica (comer o beber), o se crea al entrar en un vicio (consumismo, drogadicción, tabaquismo, etc.). Una contradicción presente en este caso es que la gula también está presente cuando no se come lo suficiente; un perfecto ejemplo se ve reflejado en una persona que padece bulimia, ya que por se da atracones de comida y luego suprime  su ingesta por largos lapsos de tiempo. 

Como en todo pecado, la gula nos trae consecuencias, las cuales pueden ser, por exceso de alimentos: diabetes, obesidad, insuficiencias cardiacas, circulatorias y digestivas; falta de estos: anorexia, bulimia, anemia; exceso de bebidas: alcoholismo, cirrosis, hepatitis, retención de líquidos; exceso en el consumo de tabaco y drogas: diferentes tipos de cáncer, insuficiencias cardiacas, hepatitis, trastornos psicológicos; consumismo: deudas, perdida de bienes, bancarrota. En vista de todo lo anterior, la gula es el pecado que más evidente hace sus castigos.

La Vanidad y Soberbia

Esta entrada lleva una dedicatoria a Gabriela, una vanidosa que sobresale entre las demás por su carisma y porque a diferencia de la mayoría de vanidosas y vanidosos, sabe ser "medio modesta", como ella misma me ha dicho.

Buscando información para la realización de esta entrada descubrí un error -que al igual que muchos- estaba cometiendo, era considerar que la vanidad y la soberbia son sinónimos. La vanidad es buscar llamar la atención de otros a través de cualidades que poseemos, en especial las físicas, todo esto para conseguir la adulación de estos. La soberbia no busca ni necesita de la adulación, simplemente se considera mejor que todos los demás, por esta arrogancia puede llegar a convertirse en un  solitario o antisocial.

La vanidad no se considera en sí misma como un "pecado", su agravante es caer en la soberbia, y por ende en el egocentrismo y narcisismo. Para llegar a este grado se necesita maquillar la realidad y hacerse parecer más bello o sobresaliente, o incluso algunas veces aparentar algo que no se es para atraer los halagos de otros. Aunque he de reconocer que una pequeña dosis de vanidad no le hace daño a nadie, a todos nos gusta en algún momento reconocidos y queridos, sentirnos bellos y admirados, pero conste que dije solo una pequeña dosis, sin llegar a la exageración.

La soberbia es considerada la madre de los otros seis Pecados Capitales, la raíz misma del pecado, ya que de ella viene la mayor debilidad. El error no es sentirnos orgullosos de lo que somos, sino menospreciar a los otros, dejando de reconocerlos como nuestros semejantes. Quien vive con este "pecado" busca la excelencia por lo que llega a cosiderarse perfecto en sus virtudes, siente que no necesita ni depende de nadie, lo cual imposibilita su armonia y convivencia dentro de la sociedad.

En la historia del catolicismo la soberbia nace cuando un ángel sabedor de su belleza y el aprecio que Dios le daba, quiso ser igual que Él, este ángel fue Lucifer. Pero al darse cuenta de los planes de Lucifer , Dios lo desterró del paraíso y lo condenó a vivir en el purgatorio.

24 noviembre 2009

La Pereza

"¡Qué hermosa weba!"

Al contrario de la envidia, este es mi pecado favorito. Todos sentimos pereza buena parte del tiempo y no solo la reconocemos sino que incluso la hacemos pública y nos enorgullecemos de ella, no conozco a nadie que se avergüence al admitir que está cometiendo este "pecado". Y aprovechando la sinceridad, debemos aceptar que con ella hasta es bonito pecar, de allí la frase: "¡ Qué hermosa weba!", porque la sentimos tan nuestra que la llamamos así, ya no es únicamente sinónimo de haraganería y ocio, para nosotros es "la weba".

La pereza se define como: " Negligencia, tedio o descuido en las cosas que estamos obligados"; pero este es un concepto muy técnico, para entenderla mejor podemos decir que es la falta de motivación para realizar las acciones prioritarias. Nos condiciona a un estado de reposo o desobligación esquivando la inversión de energía en actividades que consideramos exhaustivas física, mental o emocionalmente e incluso actividades diarias.

El simple ocio no está mal, ya que todos necesitamos descansar en algún momento y el cansancio nos lleva a sentirlo, sería imposible no recurrir a el en algún momento; lo incorrecto es el abuso, porque descuidamos realizar actividades vitales para nosotros y los demás. Esta va desde la omisión de una acción determinada hasta la inactividad total -tirarnos en la cama o el piso sin mover ni un musculo- por lapsos de tiempo indefinidos.

El cristianismo la consideró como un pecado porque se opone a la caridad que nos debemos a nosotros mismos y hacia Dios, además de conllevar el desgano hacia nuestras responsabilidades. Cuando la pereza nos invade lo único importante es descansar sin tomar en cuenta cualquier otra tarea que teníamos propuesta, vamos posponiendo o aplazando eventualidades. Su principal desventaja es la falta de progreso que nos generamos, y que nos traen una serie de problemas en nuestras actividades diarias.



La Envidia

En lo personal, considero a la envidia como el más desagradable de todos los Pecados Capitales. Los que sienten envidia se enferman de celos al triunfo o felicidad ajena y se vuelven amargados, tristes y vanos. Cuando esta se deja sentir lo bonito que ya tenemos se vuelve insignificante porque creemos que lo poseído por otros es mejor que lo nuestro.
 
La envidia puede ir desde cosas tan insignificantes como desear la blusa que porta otra mujer, en cuyo caso se considera inofensiva, hasta sentir rencor por un amigo o familiar que tiene una vida que ambicionamos. Entre más cosas envidiemos, más infelices seremos.

Este "pecado" está considerado dentro de la psicología como una perturbación mental que provoca un deseo de privar a los demás de lo que les pertenece para hacerlo propio, lo cual conlleva infelicidad y deseos de hacer el mal al poseedor del objeto de envidia. Dado este hecho, la envidia también puede atraer la infidelidad cuando la persona que ansiamos tener con nosotros ya tiene un compromiso sentimental con otra, eso aunque lo neguemos es un capricho ocasionado por esta.

De qué sirve estar deseando lo que no tenemos si cuando lo alcanzamos ya no lo queremos porque apetecemos algo más, algo que ya tiene dueño y quizás no esté a nuestro alcance. Es inútil y estúpido el apreciar siempre lo ajeno y nunca lo nuestro. La historia que escribimos a lo largo de nuestras vidas jamás será igual a la de otro ser humano, ni siquiera si se tratara de gemelos, por eso debemos valorar lo que tenemos y experimentamos a cada momento y no estar pretendiendo lo de los demás.


20 noviembre 2009

La Avaricia

Cuando escuchamos hablar de la avaricia pensamos en alguien que siempre está deseando tener más y más dinero, y enseguida viene a nuestra mente innumerables ejemplos reales y ficticios, como Donald Trump, la familia Bush, Los Poma, el Sr. Burns -de Los Simpson-, Ebenezer Scrooge -de la Canción de Navidad-, Don Cangrejo -de Bob Esponja-, Shylock -del Mercader de Venecia- y así muchos más. Pero la verdad es que alguien no es avaro solo por codiciar riquezas, sino también  placer y /o posiciones de poder.

El mundo está lleno de avaricia, cada vez que anhelamos tener algo que sea solo nuestro estamos siendo avaros. El desear tener más bienes materiales de los que ya tenemos, el no querer compartir, el evitar hacer un favor por propia comodidad, incluso si amamos tanto a alguien que queremos que solo sea feliz con nosotros, estamos dando una muestra de que no estamos exceptos de ese pecado.

La avaricia está relacionada con la lujuria, la envidia y la gula. Con la lujuria, cuando lo que se desea es saciar una pasión o poseer a una persona como a una propiedad. Con la envidia, si el objeto de deseo ya le pertenece a alguien más. Y finalmente con la gula, por la falta de saciedad que conlleva.  

Puede que este "pecado" haya llevado a muchos a superarse y lograr todas las metas en su vida, pero siempre debemos hacer todo con moderación, midiendo cuidadosamente cada uno de nuestros pasos para no volvernos esclavos de este. Cuando caemos presos de una ambición es como si estuviéramos dentro de un vicio, nunca saciaremos esa necesidad, porque sentiremos que aun hay más que debemos tener.


La Ira

La ira es uno de los sentimientos más explosivos del ser humano, puede llegar a poseernos por completo y sacar lo peor de nuestro ser. Muchos han perdido el control a causa de esta: las amistades llegaron a su fin, se deshicieron grandes corporación y agrupaciones, aquellos que se juraron amor eterno optaron por no verse jamás, y algunos tomaron la peor decisión de todas llegando al punto de matar. Como cita la frase “increíble pero cierto”, la ira ha movido al hombre para organizar guerras y destruir naciones completas, está presente entre nosotros desde el inicio de la humanidad.

Cualquiera que se atreva a decir que nunca ha sentido ira en su vida, solo trata de engañar a los demás, pero me atrevería a decir que se quedara en el intento, ya que como bien sabemos no es más que una mentira. Todos, incluso los más tranquilos y correctos -hasta los que han hecho votos de santidad ante Dios- han sentido ira en algún momento, aunque sea en un fugaz instante. Puede ir desde un simple impulso hasta un pensamiento aberrante, así que no digas que nunca la has sentido.


Siempre estará relacionada con la venganza, el arrebato, los celos, el egoísmo,  resentimiento y odio. Las causas que pueden llegar a desencadenarla son muchas, entre ellas están la envidia, la traición, la lujuria, y la frustración. Pero no solo la sentimos contra alguien más, también podemos llegar a sentirla por nosotros mismos; cualquier momento en que el pensamiento de enojo pasó por nuestra mente, ahí estuvo presente la ira.

18 noviembre 2009

7 Pecados

En este blog he optado por hablar de un tema que durante muchos años, quizás desde su creación, ha sido considerado como controversial: Los Pecados Capitales.

Los denominados Pecados Capitales son siete:
  • Avaricia
  • Lujuria
  • Gula
  • Envidia
  • Vanidad/Soberbia
  • Pereza
  • Ira
Fueron establecidos por el cristianismo como una serie de enseñanzas que nos guiarían para vivir correctamente y así estar un paso más cerca del Reino de Dios -a pesar de que ya contaban con los Diez Mandamientos para dicho fin-.

Dichos pecados alcanzaron gran popularidad alrededor del mundo gracias al poeta Dante Alighieri y su obra "La Divina Comedia", la cual retrataba al purgatorio mediante círculos (niveles) en los cuales cada uno de ellos era castigado. Pero la forma en que Dante nos pinto este lugar también reflejaba su manera de pensar, dejándonos ver que para él ciertos pecados eran más repudiables que otros. 

A mi juicio, lo único que estos "pecados" nos indican es una lista de prohibiciones, que de ser acatadas nos procuran una vida adecuada y tranquila dentro de la sociedad.